martes, 25 de diciembre de 2007
domingo, 23 de diciembre de 2007
Romero
Nombre cientifíco
Rosmarinus officinalis.
Nombre común
Romero, Alecrín de jardín, Rosa marina, Rosmarino.
Familia
Labiatae (Labiadas).
Origen
Región mediterránea.
El romero es un arbusto típico del mediterráneo, muy aromático.
Posee tronco de color marrón claro, escamoso, que hace que incluso los bonsais jovenes tengan aspecto de muy viejos.
Hojas persistentes, sésiles lanceoladas, ligeramente curvadas, rugosas en la cara superior, blanquecinas y tomentosas en el inferior.
Flores de color azul claro- violáceo durante buena parte del año.
Desarrollo lento, por lo que necesita sus años para formar un buen tronco.
Por su forma arbustiva e irregular de crecimiento se adapta a estilos informales, en tamaños pequeños o medianos.
Estilos
Moyogi, Kabudachi, Hokidachi.
Luz
Pleno sol, un lugar muy iluminado.
Temperatura
En ocaciones puede soportar hasta temperaturas por debajo de 0º, pero se debe proteger ante las heladas fuertes.
Substrato
Se tiene que utilizar una mezcla con buen drenaje.
Riego
Un error frecuente es creer que el romero en maceta no necesita mucha agua.
En verano hay que regar algo más, pero no demasiado. Poco en invierno, pero sin dejar secar el sustrato.
Abonado
Una vez al mes en primavera y otoño con abono líquido para bonsais. En invierno y verano no hay que abonar.
Poda
Mediante una poda repetida se puede transformar en un bonito bonsai.
Las ramas pueden podarse en cualquier momento del año.
Para obtener una mayor compacidad de la copa, hay que pinzar (cortar las puntas), con las uñas todos los brotes nuevos, operación que se realiza durante la época de desarrollo; también pueden cortarse a principios de otoño.
Los brotes nuevos se acortan hasta la longitud deseada, cuando ya tienen unos 5 cms.
Alambrado
El posicionamiento de tronco y ramas se realiza de primavera a verano.
Si bien es perfectamente factible alambrarlo, suele formarse mediante poda.
Trasplante
Cada 1 a 2 años, a comienzos de primavera o finales de verano.
Aclarar el aparato radical durante el trasplante, eliminando a la vez las ramificaciones innecesarias para la configuración final del bonsai.
Enfermedades
Oidio: es un hongo que se manifiesta como un polvillo blanco harinoso. Tratar con fungicida.
domingo, 9 de diciembre de 2007
Labores de Diciembre
Época de hacer mezumi (es podar los brotes del año).
Con esto se consigue una segunda brotación, lo que hace a la planta más compacta, tambien se puede desfoliar las hojas exteriores más grandes para permitir una mejor iluminación en la parte interior del árbol y así favorecer los brotes interiores, en los casosP de los pinos cuyas hojas ya están abiertas se deben podar los brotes nuevos y de esta manera favorecer una segunda brotación más cortitos que harán al árbol más compacto.
Con esto se consigue una segunda brotación, lo que hace a la planta más compacta, tambien se puede desfoliar las hojas exteriores más grandes para permitir una mejor iluminación en la parte interior del árbol y así favorecer los brotes interiores, en los casosP de los pinos cuyas hojas ya están abiertas se deben podar los brotes nuevos y de esta manera favorecer una segunda brotación más cortitos que harán al árbol más compacto.
viernes, 30 de noviembre de 2007
sábado, 24 de noviembre de 2007
Labores de Noviembre
Época de pinzar los brotes nuevos de los pinos (velas), despuntar, fertilizar, tener cuidado con el riego, ya que el sol comienza a colocarse más fuerte desde mediados de este mes, colocarlo debajo de una malla negra, la cual este hasta mediado de marzo.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Manzano, parte 2
Abonado
Cada 15 a 20 días, desde principios de primavera a principios de otoño.
Reducir el abono en las épocas en las que detiene su crecimiento (invierno y épocas de máximo calor), pero sin olvidar que un exceso de abono puede reducir la floración o malograr los frutos.
No abonar un árbol trasplantado, se debe suspender el abonado al menos por espacio de tres meses; hay que esperar a que brote.
Poda
Hay que tener en cuenta que generalmente una de las razones por la que se cultiva un manzano es su floración, y por tanto, la época más adecuada para realizar la poda es después de ésta.
Debemos despuntar los extremos de los brotes después de que se hayan desarrollado.
La poda de brotes y ramas se realizara después de la floración. Cortar las ramitas a dos hojas cuando éstas hayan producido 6 a 8 hojas.
En el momento del trasplante haremos una poda de las ramas.
Si la fructificación es excesiva, eliminaremos una tercera parte de los frutos para que el árbol no se fatigue.
Es recomendable podar los frutos lo antes posible y no dejarlos demasiado tiempo en el árbol para que no le resten vigor y lo debiliten para la brotación de la primavera siguiente.
Entre la poda de ramas y el trasplante (o viceversa) debería existir un intervalo mínimo de tiempo para no acumular demasiadas operaciones agresivas a la vez, por ejemplo, 3 semanas.
Alambrado
Si bien resulta factible alambrarlos, la corteza se marca con facilidad por lo que debe prestarse especial cuidado para evitar marcas.
Alambrar lo justo y sólo cuando otras técnicas de modelado no puedan utilizarse o no hayan conseguido los efectos deseados.
Es recomendable no regar el día anterior al alambrado.
Al comienzo de su formación como bonsai es más importante modelarlo correctamente desde el principio que preocuparnos por las flores o los frutos.
Trasplante
Cada 1 a 2 años, a principios de primavera. En el caso de los ejemplares más viejos los trasplantes se pueden realizar con un periodo de tiempo de 2 a 3 años.
Lo haremos a una maceta de tamaño superior, después de haber recortado entre una tercera parte y una mitad de las raíces, pero sin cortar demasiadas raíces finas para permitir que pueda recuperarlas durante el invierno.
Durante el trasplante conviene sanear bien cualquier parte de raíces podridas.
Es conveniente proteger el árbol después del trasplante durante un par de meses, situándolo en un lugar muy bien iluminado pero evitando las exposición directa al sol.
Plagas
Arañita roja, cochinillas, orugas, caracoles, babosas, pulgones.
Enfermedades
Oidio, royas, chancros y ataques de virus o bacterias.
Cada 15 a 20 días, desde principios de primavera a principios de otoño.
Reducir el abono en las épocas en las que detiene su crecimiento (invierno y épocas de máximo calor), pero sin olvidar que un exceso de abono puede reducir la floración o malograr los frutos.
No abonar un árbol trasplantado, se debe suspender el abonado al menos por espacio de tres meses; hay que esperar a que brote.
Poda
Hay que tener en cuenta que generalmente una de las razones por la que se cultiva un manzano es su floración, y por tanto, la época más adecuada para realizar la poda es después de ésta.
Debemos despuntar los extremos de los brotes después de que se hayan desarrollado.
La poda de brotes y ramas se realizara después de la floración. Cortar las ramitas a dos hojas cuando éstas hayan producido 6 a 8 hojas.
En el momento del trasplante haremos una poda de las ramas.
Si la fructificación es excesiva, eliminaremos una tercera parte de los frutos para que el árbol no se fatigue.
Es recomendable podar los frutos lo antes posible y no dejarlos demasiado tiempo en el árbol para que no le resten vigor y lo debiliten para la brotación de la primavera siguiente.
Entre la poda de ramas y el trasplante (o viceversa) debería existir un intervalo mínimo de tiempo para no acumular demasiadas operaciones agresivas a la vez, por ejemplo, 3 semanas.
Alambrado
Si bien resulta factible alambrarlos, la corteza se marca con facilidad por lo que debe prestarse especial cuidado para evitar marcas.
Alambrar lo justo y sólo cuando otras técnicas de modelado no puedan utilizarse o no hayan conseguido los efectos deseados.
Es recomendable no regar el día anterior al alambrado.
Al comienzo de su formación como bonsai es más importante modelarlo correctamente desde el principio que preocuparnos por las flores o los frutos.
Trasplante
Cada 1 a 2 años, a principios de primavera. En el caso de los ejemplares más viejos los trasplantes se pueden realizar con un periodo de tiempo de 2 a 3 años.
Lo haremos a una maceta de tamaño superior, después de haber recortado entre una tercera parte y una mitad de las raíces, pero sin cortar demasiadas raíces finas para permitir que pueda recuperarlas durante el invierno.
Durante el trasplante conviene sanear bien cualquier parte de raíces podridas.
Es conveniente proteger el árbol después del trasplante durante un par de meses, situándolo en un lugar muy bien iluminado pero evitando las exposición directa al sol.
Plagas
Arañita roja, cochinillas, orugas, caracoles, babosas, pulgones.
Enfermedades
Oidio, royas, chancros y ataques de virus o bacterias.
martes, 20 de noviembre de 2007
Manzano, parte 1
Nombre científico
Malus spp
Nombre común
Manzano
Familia
Rosaceae (Rosáceas)
Origen
El origen del manzano está distribuido por Europa, Asia y América del norte.
Árbol caduco de hojas simples redondeadas y color verde oscuro.
Flores blancas o rosas. Ornamentales.
Frutos conocidos por todos, las manzanas. Color rojo, amarillo o verde.
Al elegir la variedad de manzano conviene tener muy en cuenta que los frutos no reducen su tamaño, por lo que resulta aconsejable escojer cultivares de frutos más pequeños.
Podemos ayudar a la fructificación, intercalando diferentes especies de manzanos, y polinizando manualmente, aplicando polen de una flor al estigma de otra mediante un pincel fino.
Especie
Las principales especies de manzanos empleadas como bonsai son:
Manzano rojo, manzano silvestre de Siberia, Manzano cerezo, manzano de cultivo, entre otras.
Estilos
Se adapta bien a los estilos informales.
Luz
Pleno sol durante todo el año, evitando las exposiciones prolongadas durante la época más calurosa.
Temperatura
Resiste bien las heladas, aunque en invierno debe protegerse de las heladas fuertes, especialmente de las tardías o primaverales.
No teme las altas temperaturas si está bien regado.
Hay que tener cuidado con las condiciones ambientales demasiado cálidas, ya que puede provocar que se adelante la floración o incluso la disminución del número de flores. necesita acumular frío invernal para florecer y fructificar adecuadamente, de ahí que no sea adecuado en su cultivo en climas tropicales o subtropicales.
Humedad
No hay que pulverizar sus hojas ya que podríamos provocar la aparición del hongo Oidio, el cual gusta de humedad.
Riego
El manzano debe regarse más abundantemente en el momento de la formación de las yemas florales, reducir un poco el riego cuando el árbol está en flor y volver a regar con abundancia a continuación.
Rociar todo el árbol al regar, evitar los rociados durante la floración.
En el caso de que se marchite por falta de agua, podemos recuperarlo si actuamos rápidamente y lo regamos por inmersión en un cubo hasta que se empape bien toda la tierra.
Malus spp
Nombre común
Manzano
Familia
Rosaceae (Rosáceas)
Origen
El origen del manzano está distribuido por Europa, Asia y América del norte.
Árbol caduco de hojas simples redondeadas y color verde oscuro.
Flores blancas o rosas. Ornamentales.
Frutos conocidos por todos, las manzanas. Color rojo, amarillo o verde.
Al elegir la variedad de manzano conviene tener muy en cuenta que los frutos no reducen su tamaño, por lo que resulta aconsejable escojer cultivares de frutos más pequeños.
Podemos ayudar a la fructificación, intercalando diferentes especies de manzanos, y polinizando manualmente, aplicando polen de una flor al estigma de otra mediante un pincel fino.
Especie
Las principales especies de manzanos empleadas como bonsai son:
Manzano rojo, manzano silvestre de Siberia, Manzano cerezo, manzano de cultivo, entre otras.
Estilos
Se adapta bien a los estilos informales.
Luz
Pleno sol durante todo el año, evitando las exposiciones prolongadas durante la época más calurosa.
Temperatura
Resiste bien las heladas, aunque en invierno debe protegerse de las heladas fuertes, especialmente de las tardías o primaverales.
No teme las altas temperaturas si está bien regado.
Hay que tener cuidado con las condiciones ambientales demasiado cálidas, ya que puede provocar que se adelante la floración o incluso la disminución del número de flores. necesita acumular frío invernal para florecer y fructificar adecuadamente, de ahí que no sea adecuado en su cultivo en climas tropicales o subtropicales.
Humedad
No hay que pulverizar sus hojas ya que podríamos provocar la aparición del hongo Oidio, el cual gusta de humedad.
Riego
El manzano debe regarse más abundantemente en el momento de la formación de las yemas florales, reducir un poco el riego cuando el árbol está en flor y volver a regar con abundancia a continuación.
Rociar todo el árbol al regar, evitar los rociados durante la floración.
En el caso de que se marchite por falta de agua, podemos recuperarlo si actuamos rápidamente y lo regamos por inmersión en un cubo hasta que se empape bien toda la tierra.
sábado, 27 de octubre de 2007
Camelia
Nombre científico
Camellia japonica.
Nombre común
Camelia, Camelio común.
Familia
Theaceae (Teáceas).
Origen
Sur de Japón, Corea y China.
La camelia es un arbusto que puede hacerse árbol.
Posee hojas persistentes, bellas flores colores y su empleo es muy importante en jardinería.
Estilos
Moyogi, Han- Kengai.
Luz
Mucha luz, bien iluminado para la floración, pero sin sol directo.
Temperatura
No soporta las heladas fuertes.
Se debe proteger la planta en invernadero, frío, durante la época más desfavorable, tanto del calor excesivo en verano como de las oscilaciones de temperatura en invierno.
En primavera se puede ubicar al aire libre, a media sombra, entrándolas de nuevo en casa antes de otoño, a una temperatura fresca de 10 - 15º.
Cuando la camelia tiene sus botones florales debe ser movida lo menos posible porque los puede tirar.
Sustrato
Es muy importante un sustrato de pH ácido (pH menor a 6,5).
100% kanuma o cualquier tierra o mezcla ácida, por ejemplo la tierra de brezo, siendo adecuada una acidez con un pH 5.
Riego
El sustrato no ha de quedar jamás completamente seco, ni siquiera en invierno.
Durante los meses cálidos de verano y en la época de floración precisa algo más de agua.
Si se encuentra en un lugar fresco no hay que regar tanto.
No soporta la cal en el agua. Se puede usar agua destilada, agua de lluvia recogida en bidones, agua tratada con ósmosis o agua del grifo acidulada previamente con ácido cítrico, todo con el fin de no aportar agua con cal.
Abonado
Abonar desde primavera a otoño, con una frecuencia de 15 a 20 días con abono líquido para bonsai o bien con fertilizante para plantas acidófilas.
No abonar en invierno ni durante la floración.
Poda
Podar la camelia después de la floración.
Para conseguir una mayor ramificación de las ramas es preciso recortar los nuevos brotes de los arbolitos jóvenes hasta dejar 2- 3 hojas, cuando ya hayan aparecido 4- 6 hojas.
En los árboles más viejos que han adquirido una buena forma y que florecen a finales de verano, sólo se poda una vez tras la floración, para que los brotes tengan así el tiempo suficiente para formar capullos florales.
Alambrado
Después de la floración. Las sujeciones con alambre han de realizarse entre finales de primavera y otoño.
protejer las ramas y el tronco, y proceder con mucha precaución, ya que son elementos bastante frágiles.
Ataremos sólo los brotes jóvenes que ya son leñosos.
Trasplante
Cada 2- 4 años, a comienzos de primavera o después de la floración con un ligero recortado de las raíces.
las primeras podas se aplicarán al aparato radical a la vez que la reducción de la copa.
lunes, 15 de octubre de 2007
martes, 9 de octubre de 2007
Naranjo, Limonero, Mandarino
Nombre científico
Citrus spp.
Nombre común
Naranjo, Limonero, Mandarino.
Familia
Rutaceae (Rutáceas)
Origen
Asia.
Al género citrus pertenecen varias especies muy conocidas por todos, como son: el Naranjo dulce, el Naranjo amargo, el Limonero, el Mandarino, etc.
Los cítricos son árboles de hoja persistente, flores muy aromáticas, con olor a azahar, y frutos ricos en vitamina C.
Luz
El sol es indispensable para obtener el desarrollo y la fructificación adecuada.
Temperaturas
Los cítricos no soportan las heladas, siendo preciso cultivarlos como bonsais de interior en regiones frías.
Substrato
La mezcla debe elaborarse teniendo en cuenta la capacidad de drenaje del mismo, pues el encharcamiento es muy perjudicial para las raíces.
Abonado
En primavera para propiciar la abundancia de flores y frutos, y también abonar en otoño.
Poda
La poda se realiza durante la estación invernal.
El estilo se adquiere mediante la poda y resulta poco habitual recurrir al alambrado.
Pinzado, a lo largo de la época favorable del año, eliminando las hojas que resulten demasiado grandes.
Retirar las flores marchitas que permanecen en las ramas.
Trasplante
Es preciso realizarlo cada uno o dos años, eliminando la tercera parte de las raíces que forman el cepellón.
Usar recipientes de cierta profundidad y provisto de un buen sistema de drenaje.
Plagas
Mosquita blanca, pulgones, minador de los cítricos y cochinillas algodonosas.
Enfermedades
los suelos con mal drenaje favorecen la aparición de enfermedades de origen fúngico en las raíces.
miércoles, 3 de octubre de 2007
Labores de Octubre
Iniciación del abono de la fertilización primaveral.
Cuidar los brotes muy vigorosos para hacerlos más débiles, pinzarlos. Están en su apogeo por lo que se deben arrancar las flores viejas y podar hacia atrás de la ramilla para permitir una brotación más interior.
Cuidar los brotes muy vigorosos para hacerlos más débiles, pinzarlos. Están en su apogeo por lo que se deben arrancar las flores viejas y podar hacia atrás de la ramilla para permitir una brotación más interior.
viernes, 21 de septiembre de 2007
jueves, 20 de septiembre de 2007
Ficus benjamina o enano
Nombre científico
Ficus benjamina.
Nombre común
Ficus benjamina, ficus enano.
Familia
Moraceae (Moráceas).
Origen
India.
El ficus benjamina es una de las plantas de interior más cultivadas.
Árbol tropical de hoja persistente y corteza grisácea, lisa.
Hojas ovaladas, brillantes y con el ápice agudo.
Estilos
La forma de escoba y en cascada son las que mejor le van. Formación de bosquecillos, aunque también hay ejemplares aislados.
Luz
Bien iluminado, aunque resiste más sombra. No poner al sol directo.
Temperaturas
Le perjudica los cambios bruscos de temperatura. Reacciona tirando las hojas.
Riego
Durante el otoño- invierno debe regarse de una forma moderada, sólo cuando el substrato esté parcialmente seco.
Abonado
De primavera a otoño, cada 25 a 30 días, en otoño e invierno espaciar más el abonado, cada 40 a 60 días.
Poda
Podar en primavera.
La poda de brotes y ramas, cuando el tallo ha alcanzado 4 a 6 hojas, cortar dejando dos hojas.
Todos los ficus emiten latex, el cual actuá como cicatrizante de las heridas, asi que no es necesario el uso de una pasta selladora para los cortes.
Las primeras actuaciones importantes sobre el aparato han de realizarse a la vez que el trasplante y la reducción de la copa.
Si las raíces no ofrecen garantías para el desarrollo, debe realizarse una defoliación completa.
A finales de primavera o a principios de verano hay que volver a reducir la longitud de los nuevos brotes a sus dos primeras hojas.
Alambrado
El alambrado en el ficus, puede realizarse en cualquier época del año.
Es necesario proteger la corteza y controlarla periódicamente.
Quitar el alambre de cobre al cabo de 6 a 8 semanas.
Se puede soldar fácilmente entre si los troncos de diferentes arbolitos unidos por simple torsión en contacto.
Trasplante
cada 2 años, en primavera. Ejemplares más viejos cada 3 o 4 años.
Plagas
Pulgones, cochinillas y arañitas rojas.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
martes, 4 de septiembre de 2007
Arce japonés o palmado
Nombre científico: Acer palmatum
Nombre común: Arce japonés, Arce palmado
Familia: Aceraceae
Origen: China y Japón
El Arce japonés es uno de los bonsáis más cultivados.
Arbusto de hoja caduca.
Hojas formadas por cinco lóbulos y con el ápice agudo.
Famoso por el color que adquieren las hojas en otoño.
Estilos: Se adapta a todos los estilos. Chokkan, Moyogi, Kengai, Han- kengai.
Luz:
Sensible a los rayos del sol. Ubicar en semisombra para que no se "queme".
De todas formas para obtener un colorido espectacular, es bueno que reciba sol en cierta medida. Pero en verano no debe estar expuesto a pleno sol.
Temperaturas:
Soporta bien el frío, aunque se deben vigilar las heladas fuertes.
Humedad:
Quiere ambientes húmedos por lo que vaporizar con agua es bueno en las épocas más calurosas.
Sustrato:
Necesita suelos ácidos. En sustrato calizo las hojas amarillearán a menos que se suministre hierro.
Riego:
Regar con profundidad, si no, enseguida lo acusa con las puntas secas.
Abonado:
Cada 20 días en crecimiento (primavera y otoño). No abonar en la época de más calor.
Poda:
Las primeras interveciones importantes sobre el aparato radicular han de realizarse simultáneamente con la reducción de la parte aérea.
Por tanto es recomendable llevar a cabo el trasplante y la poda en otoño, a fin de evitar las pérdidas de savia.
El pinzado debe hacerse durante la estación de crecimiento dejando un par de hojas por brote en caso de ejemplares más formados, y alguna más para árboles jóvenes en formación.
Un correcto pinzado contribuirá a reducir el tamaño algo grande de las hojas de estos arces.
La defoliación total o parcial puede realizarse finales de la primavera o principios de verano, siempre que no se lleve a cabo demasiado tarde dentro de la estación.
Alambrado:
En primavera se procede a realizar la sujeción con alambres. Hay que proteger las ramas con el tronco y proceder a su posicionamiento con cautela y de forma gradual.
Trasplante:
Cada 2 años, a finales de invierno, cuando las yemas se endurecen antes de abrirse; o bien en otoño, después de la caída de las hojas. En ejemplares adultos, cada 3 años o más.
Emplear un sustrato con pH ácido.
Plagas:
A veces aparecen pulgones y cochinillas.
sábado, 1 de septiembre de 2007
Labores de Septiembre
Inicio de la nueva brotación.
Pinsar los brotes nuevos dejando 2 hojitas nuevas y arrancando el brote central (mesumi en japonés), los brotes más débiles se pueden dejar más largos de 4 o 6 hojas en la parte baja y central del árbol.
Empezar a preocuparse del riego.
Pinsar los brotes nuevos dejando 2 hojitas nuevas y arrancando el brote central (mesumi en japonés), los brotes más débiles se pueden dejar más largos de 4 o 6 hojas en la parte baja y central del árbol.
Empezar a preocuparse del riego.
domingo, 26 de agosto de 2007
Iluminación
Las plantas con clorofila requieren de una adecuada iluminación para evolucionar.
Esto proveniente del sol, produce en la planta una adecuada alimentación debido a que los días no tienen la misma duración, se hacen más cortos desde el 21 de diciembre hasta el 21 de junio y más largos desde esta fecha al 21 de diciembre.
De manera que la planta asociado a la temperatura nocturna regula su metabolismo y sepa cuando entrar en receso, (botar las hojas), florecer, brotación primaveral y reproducción.
A parte que el largo del día es distinto a través del año, también lo es en la calidad de esta luz, en verano es más intensa y en invierno es menor.
También dentro de una respuesta de la planta ya que detecta estas diferencias de longitud de onda. Por ejemplo, las ondas cercanas al azul provocan el crecimiento de la planta, también el rojo pero en menor proporción.
La luz actúa sobre los brotes y en especial es un componente más de la luz solar que son los rayos U.V.. Esto provoca una menor elongación de estos brotes, que es lo que se ve en los brotes que crecen en la montaña. A su vez de luz hace que estos brotes elonguen desproporcionadamente, gastando energía almacenada; o sea la luz del sol hace que el crecimiento sea más compacto y la falta de ésta hace que se etiole (acoliguamiento).
También el sol en otoño sumado al frío nocturno proporciona los hermosos colores otoñales.
Además, la iluminación al interior del árbol ayuda a prevenir enfermedades, ataque de hongos y ataque de insectos ya que la luz del sol molesta a los insectos.
El correcto pinsado, desbrote y despunte hace que el sol penetre al interior del árbol y estimula las yemas más cercanas al tronco permitiendo que estas no se mueran para hacer una mayor densificación de ramillas que logran un árbol más compacto y de menor tamaño.
Hay que tener presente que la inducción floral también ocurre con una adecuada iluminación ya que el florígeno que es la hormona de la floración está íntimamente relacionado con el fotoperíodo (largo del día).
Esto trae como consecuencia que una planta mal iluminada no florezca o no cuajen bien sus frutos.
Esto proveniente del sol, produce en la planta una adecuada alimentación debido a que los días no tienen la misma duración, se hacen más cortos desde el 21 de diciembre hasta el 21 de junio y más largos desde esta fecha al 21 de diciembre.
De manera que la planta asociado a la temperatura nocturna regula su metabolismo y sepa cuando entrar en receso, (botar las hojas), florecer, brotación primaveral y reproducción.
A parte que el largo del día es distinto a través del año, también lo es en la calidad de esta luz, en verano es más intensa y en invierno es menor.
También dentro de una respuesta de la planta ya que detecta estas diferencias de longitud de onda. Por ejemplo, las ondas cercanas al azul provocan el crecimiento de la planta, también el rojo pero en menor proporción.
La luz actúa sobre los brotes y en especial es un componente más de la luz solar que son los rayos U.V.. Esto provoca una menor elongación de estos brotes, que es lo que se ve en los brotes que crecen en la montaña. A su vez de luz hace que estos brotes elonguen desproporcionadamente, gastando energía almacenada; o sea la luz del sol hace que el crecimiento sea más compacto y la falta de ésta hace que se etiole (acoliguamiento).
También el sol en otoño sumado al frío nocturno proporciona los hermosos colores otoñales.
Además, la iluminación al interior del árbol ayuda a prevenir enfermedades, ataque de hongos y ataque de insectos ya que la luz del sol molesta a los insectos.
El correcto pinsado, desbrote y despunte hace que el sol penetre al interior del árbol y estimula las yemas más cercanas al tronco permitiendo que estas no se mueran para hacer una mayor densificación de ramillas que logran un árbol más compacto y de menor tamaño.
Hay que tener presente que la inducción floral también ocurre con una adecuada iluminación ya que el florígeno que es la hormona de la floración está íntimamente relacionado con el fotoperíodo (largo del día).
Esto trae como consecuencia que una planta mal iluminada no florezca o no cuajen bien sus frutos.
martes, 21 de agosto de 2007
Labores del mes de agosto
Época de floración de los ciruelos.
Las ramillas se deben podar inmediatamente después que cesa la floración a fines del mes de agosto.
La poda se hace en las priemras ramillas notorias o hinchadas que florecieron, al igual que en el mes de juni y julio: podas, transplante y riego.
Comenzar a observar el riego.
Las ramillas se deben podar inmediatamente después que cesa la floración a fines del mes de agosto.
La poda se hace en las priemras ramillas notorias o hinchadas que florecieron, al igual que en el mes de juni y julio: podas, transplante y riego.
Comenzar a observar el riego.
domingo, 19 de agosto de 2007
Las micorrizas
La micorriza es una asociación simbiótica entre un hongo (Trichoderma) con la raíz de una planta.
En Japón desde hace mucho tiempo se ha usado la micorriza en bonsái.
La gran ventaja es que este hongo al infectar las raíz de la planta provoca un mejor enraizamiento ya que los hijos del hongo ramifican en el suelo, provocando una mejor absorción de los nutrientes. Ya que los hongos actuán en forma enzimática degradando mucho más rapído el sustrato, en cambio la raíz lo hace en forma química mediante el intercambio iónico entre el suelo y la raíz.
También este mejor enraizamiento ayuda a una mayor absorción del agua defendiendo la planta de la deshidratación.
Pero la gran ventaja sobre todo para nuestros bonsái es que cuando se hace el trasplante y se podan las raices, al colocarlo bajo el árbol promueve un rápido enraizamiento disminuyendo el estrés post trasplante.
Sin embargo, la mayor ventaja que debería tenerse en cuenta es que cuando un hongo coloniza un medio excluye la acción de otro. Por lo tanto esta micorriza evita que otros hongos ataquen las raíces provocando podredumbre. De esta manera este hongo queda lugar a la micorriza defiende a la raíz del ataque de Phytophtora, Pythium, Rhizoctonia, Fusarium, Sclerotinia y Verticillium.
Esta simbiosis hace que los 2 individuos salgan favorecidos. La planta aumenta la absorción nutrientes, es protegida por el hongo del ataque de los otros hongos patógenos, de esta forma es una planta más vigorosa. Y a su vez el hongo sale beneficiado en que recibe azúcares y carbohidratos provenientes de la fotosíntesis de la planta.
También con esta asociación micorrítica se favorece la asimilación del fósforo.
En Japón desde hace mucho tiempo se ha usado la micorriza en bonsái.
La gran ventaja es que este hongo al infectar las raíz de la planta provoca un mejor enraizamiento ya que los hijos del hongo ramifican en el suelo, provocando una mejor absorción de los nutrientes. Ya que los hongos actuán en forma enzimática degradando mucho más rapído el sustrato, en cambio la raíz lo hace en forma química mediante el intercambio iónico entre el suelo y la raíz.
También este mejor enraizamiento ayuda a una mayor absorción del agua defendiendo la planta de la deshidratación.
Pero la gran ventaja sobre todo para nuestros bonsái es que cuando se hace el trasplante y se podan las raices, al colocarlo bajo el árbol promueve un rápido enraizamiento disminuyendo el estrés post trasplante.
Sin embargo, la mayor ventaja que debería tenerse en cuenta es que cuando un hongo coloniza un medio excluye la acción de otro. Por lo tanto esta micorriza evita que otros hongos ataquen las raíces provocando podredumbre. De esta manera este hongo queda lugar a la micorriza defiende a la raíz del ataque de Phytophtora, Pythium, Rhizoctonia, Fusarium, Sclerotinia y Verticillium.
Esta simbiosis hace que los 2 individuos salgan favorecidos. La planta aumenta la absorción nutrientes, es protegida por el hongo del ataque de los otros hongos patógenos, de esta forma es una planta más vigorosa. Y a su vez el hongo sale beneficiado en que recibe azúcares y carbohidratos provenientes de la fotosíntesis de la planta.
También con esta asociación micorrítica se favorece la asimilación del fósforo.
sábado, 18 de agosto de 2007
El trasplante en los bonsái
Las raíces de todos los árboles crecen para encontrar el agua y los nutrientes que le son tan necesarios para la vida.
Asi pues, cuando un árbol crece en una maceta, las raíces van creciendo hasta ocupar la totalidad del espacio limitado.
Al mismo tiempo la tierra se va desgastando y pierde la facultad de proporcionar los nutrientes que el árbol necesita.
Al regar, notaremos que el agua penetra cada vez con más dificultad en la tierra envejecida.
Si levantamos el árbol de la maceta, veremos que las raíces forman un ovillo espeso y enredado.
Este será el momento de transplantar.
El tiempo favorable para transplantar suele ser al final del letargo invernal, justo antes de que el árbol inicie su periodo de crecimiento.
Tener bien preparada la maceta, herramienta y tierra que vamos a utilizar.
Levantar el árbol de la maceta, quitar la tierra, vieja desenredando las raíces ayudados por un kumade (rastrillo pequeño) e incluso el chorro de agua de la llave o manguera.
Disminuir un tercio de las raíces.
Volver a plantar el árbol con tierra nueva que haremos entrar entre las raíces con la ayuda de un bastoncito, intentando que no queden bolsas de aire.
Regar bien, hasta que el agua salga limpia por los agujeros del fondo de la maceta.
Los bonsái viven bien en tierras granuladas como la Akadama (tierra japonesa de color amarillo, especial para bonsái) mezcladas con un drenaje como tierra volcánica o arena de rio.
Suele ser a partes iaguales de drenaje y Akadama.
La frecuencia varía según la especie. En general los bonsái jóvenes crecen más que los bonsái maduros y necesitan un trasplante más frecuente.
Puede variar mucho la frecuencia de trasplante desde los frutales que se trasplantan por norma general anualmente a las coniferas que pueden trasplantarse cada 4 a 6 años aproximadamente.
Estas cifras son orientativas, hay que observar individualmente a cada árbol, para saber cuándo precisa el trasplante.
Un trasplante en la época adecuada, no supone una gran dificultad para el árbol, pero hasta que las raíces empiecen a trabajar de nuevo, lo protegeremos del viento y del sol hasta que empiece a brotar, pulverizando las hojas con frecuencia.
Asi pues, cuando un árbol crece en una maceta, las raíces van creciendo hasta ocupar la totalidad del espacio limitado.
Al mismo tiempo la tierra se va desgastando y pierde la facultad de proporcionar los nutrientes que el árbol necesita.
Al regar, notaremos que el agua penetra cada vez con más dificultad en la tierra envejecida.
Si levantamos el árbol de la maceta, veremos que las raíces forman un ovillo espeso y enredado.
Este será el momento de transplantar.
El tiempo favorable para transplantar suele ser al final del letargo invernal, justo antes de que el árbol inicie su periodo de crecimiento.
Tener bien preparada la maceta, herramienta y tierra que vamos a utilizar.
Levantar el árbol de la maceta, quitar la tierra, vieja desenredando las raíces ayudados por un kumade (rastrillo pequeño) e incluso el chorro de agua de la llave o manguera.
Disminuir un tercio de las raíces.
Volver a plantar el árbol con tierra nueva que haremos entrar entre las raíces con la ayuda de un bastoncito, intentando que no queden bolsas de aire.
Regar bien, hasta que el agua salga limpia por los agujeros del fondo de la maceta.
Los bonsái viven bien en tierras granuladas como la Akadama (tierra japonesa de color amarillo, especial para bonsái) mezcladas con un drenaje como tierra volcánica o arena de rio.
Suele ser a partes iaguales de drenaje y Akadama.
La frecuencia varía según la especie. En general los bonsái jóvenes crecen más que los bonsái maduros y necesitan un trasplante más frecuente.
Puede variar mucho la frecuencia de trasplante desde los frutales que se trasplantan por norma general anualmente a las coniferas que pueden trasplantarse cada 4 a 6 años aproximadamente.
Estas cifras son orientativas, hay que observar individualmente a cada árbol, para saber cuándo precisa el trasplante.
Un trasplante en la época adecuada, no supone una gran dificultad para el árbol, pero hasta que las raíces empiecen a trabajar de nuevo, lo protegeremos del viento y del sol hasta que empiece a brotar, pulverizando las hojas con frecuencia.
viernes, 17 de agosto de 2007
El alambrado
Utilizamos el alambrado para corregir la inclinación de las ramas.
El alambrado nos permite utilizar ramas que de otro modo tendríamos que podar.
En cierto modo el alambre sustituye la fuerza del peso de las ramas, en los árboles grandes de la naturaleza.
Enrollaremos el alambre en las ramas y tronco, sin apretarlo demasiado, para que no se marque el alambre en la corteza del árbol.
Idealmente a de quedar un espacio entre el alambre y la rama por donde pase una hoja de papel.
Como las ramas se engruesan, debido a su crecimiento, quitaremos el alambre antes de que se clave en la corteza.
El alambre que se utiliza actualmente, es el alambre de aluminio anodizado, de color cobre viejo.
Es un alambre extraordinariamente flexible y resistente.
El grueso del alambre depende de la fuerza que a de efectuar para doblar las ramas, en general los gruesos van de los 5 mm hasta los 0.5 mm.
La regla de oro del alambrado, consiste en no dejar señal alguna de su paso en la corteza.
El alambrado nos permite utilizar ramas que de otro modo tendríamos que podar.
En cierto modo el alambre sustituye la fuerza del peso de las ramas, en los árboles grandes de la naturaleza.
Enrollaremos el alambre en las ramas y tronco, sin apretarlo demasiado, para que no se marque el alambre en la corteza del árbol.
Idealmente a de quedar un espacio entre el alambre y la rama por donde pase una hoja de papel.
Como las ramas se engruesan, debido a su crecimiento, quitaremos el alambre antes de que se clave en la corteza.
El alambre que se utiliza actualmente, es el alambre de aluminio anodizado, de color cobre viejo.
Es un alambre extraordinariamente flexible y resistente.
El grueso del alambre depende de la fuerza que a de efectuar para doblar las ramas, en general los gruesos van de los 5 mm hasta los 0.5 mm.
La regla de oro del alambrado, consiste en no dejar señal alguna de su paso en la corteza.
jueves, 16 de agosto de 2007
El pinzado
Llamamos pinzado al recorte de las ramas finas de los bonsái.
A diferencia de la poda, el pinzado se efectúa también durante la época de crecimiento de los árboles.
Con el pinzado conseguiremos aumentar la densidad del follaje de los bonsái, y disminuir el tamaño de sus hojas.
Como los árboles tienen diferentes modos de crecimiento, no pinzaremos todos los árboles por igual.
Brotes largos de más de 5 pares de hojas, se corta y se le dejan 2 pares de hojas en los brotes.
Cómo pinzar los árboles de hoja perenne ancha: árboles que no pierden las hojas en otoño como Ficus, Olivo, Sageretia, Carmona, Naranjo, Boj, etc.
Se quita o corta el centro del brote antes de que habra.
Cómo pinzar los árboles de hoja caduca de un solo crecimiento anual: árboles que pierden las hojas en otoño, y que hacen una sola brotación fuerte en la primavera, como Acer palmatum, Hayas, etc.
Brotes demasiado largos con mayor a 5 hojas, se cortan y se dejan los brotes con 3 hojas.
Cómo pinzar los árboles de hoja caduca con crecimiento activo durante todo el periodo vegetativo: árboles que pierden las hojas en otoño, pero que no paran de crecer desde la primavera hasta finales de verano, como Olmos, Higueras, Granados, Manzanos, Pyracantha, etc.
Se pinzan todo los brotes largos que sobresalgan de los otros brotes y dejar todos los brotes al mismo largo.
Cómo pinzar las coníferas de hojas escamosas como las Sabinas o Enebro.
Se pinzan los brotes que tengan 5 o más velas con la mano y dejar 3 velas en los brotes.
A diferencia de la poda, el pinzado se efectúa también durante la época de crecimiento de los árboles.
Con el pinzado conseguiremos aumentar la densidad del follaje de los bonsái, y disminuir el tamaño de sus hojas.
Como los árboles tienen diferentes modos de crecimiento, no pinzaremos todos los árboles por igual.
Brotes largos de más de 5 pares de hojas, se corta y se le dejan 2 pares de hojas en los brotes.
Cómo pinzar los árboles de hoja perenne ancha: árboles que no pierden las hojas en otoño como Ficus, Olivo, Sageretia, Carmona, Naranjo, Boj, etc.
Se quita o corta el centro del brote antes de que habra.
Cómo pinzar los árboles de hoja caduca de un solo crecimiento anual: árboles que pierden las hojas en otoño, y que hacen una sola brotación fuerte en la primavera, como Acer palmatum, Hayas, etc.
Brotes demasiado largos con mayor a 5 hojas, se cortan y se dejan los brotes con 3 hojas.
Cómo pinzar los árboles de hoja caduca con crecimiento activo durante todo el periodo vegetativo: árboles que pierden las hojas en otoño, pero que no paran de crecer desde la primavera hasta finales de verano, como Olmos, Higueras, Granados, Manzanos, Pyracantha, etc.
Se pinzan todo los brotes largos que sobresalgan de los otros brotes y dejar todos los brotes al mismo largo.
Cómo pinzar las coníferas de hojas escamosas como las Sabinas o Enebro.
Se pinzan los brotes que tengan 5 o más velas con la mano y dejar 3 velas en los brotes.
miércoles, 15 de agosto de 2007
Como darle forma a los bonsái
Hay tres técincas principales para mejorar la forma de los bonsái:
- La poda
- Los pinzados
- El alambrado
La poda
Podar es dirigir la formación de un árbol.
Con la poda eliminaremos las ramas defectuosas (las que se cruzan) o innecesarias (las que salen en una zona no desedada del tronco).
La mejor época para podar es generalmente hacia final de invierno, cuando los árboles están en reposo, y no sale tanta savia por las heridas de la poda.
Para podar utilizaremos herramientas adecuadas de corte cóncavo, que efectúan cortes limpios y de fácil cicatrización.
- La poda
- Los pinzados
- El alambrado
La poda
Podar es dirigir la formación de un árbol.
Con la poda eliminaremos las ramas defectuosas (las que se cruzan) o innecesarias (las que salen en una zona no desedada del tronco).
La mejor época para podar es generalmente hacia final de invierno, cuando los árboles están en reposo, y no sale tanta savia por las heridas de la poda.
Para podar utilizaremos herramientas adecuadas de corte cóncavo, que efectúan cortes limpios y de fácil cicatrización.
martes, 14 de agosto de 2007
El abono en los bonsái
La plantas se alimentan de las sales nutritivas que extraen del suelo. Los bonsái, como viven en macetas pequeñas, pueden llegar a consumir todos los nutrientes que hay en la tierra.
hay que ir reponiendo mediante el abonado los elementos que consume la planta.
Hay que abonar sobre todo en los momentos de fuerte crecimiento de la planta, primavera y final de verano.
Para evitar crecimientos desmesurados, a diferencia de otros cultivos, se suele abonar los bonsái en otoño (final de verano) que en la primavera.
Es mucho mejor abonar en pequeñas cantidades pero frecuentemente, que hacerlo en exceso y muy pocas veces.
No hay que espera, por lo tanto que el árbol llegue a verse débil y amarillento para volver a abonar.
Hay dos tipos diferentes de abono para los bonsái, los abonos líquidos y los sólidos.
El abono líquido se disuelve en el agua de riego, o se aplica con el agua de vaporización por encima de las hojas.
Es rápido y limpio, no produce olores desagradables y es fácil de aplicar, precauciones en el uso del abono líquido "no sobrepasar las dosis indicadas".
El abono sólido se dispone encima de la tierra de la maceta, de manera uniforme, evitando ponerlo al lado del tronco de los árboles.
Es de larga duración, no quema las plantas, mejora mucho la tierra de los bonsái.
No abonaremos en invierno, ni durante los periodos de calor extremo del verano.
No hay que pretender arreglar los bonsái enfermos a base de abono.
Primero hay que ver cuál es la causa de la enfermedad y dar el adecuado tratamiento, ya abonaremos cuando la planta empiece a reponerse.
Por el mismo motivo no abonaremos tampoco los bonsái recién tranplantados o que han quedado secos por un descuido.
hay que ir reponiendo mediante el abonado los elementos que consume la planta.
Hay que abonar sobre todo en los momentos de fuerte crecimiento de la planta, primavera y final de verano.
Para evitar crecimientos desmesurados, a diferencia de otros cultivos, se suele abonar los bonsái en otoño (final de verano) que en la primavera.
Es mucho mejor abonar en pequeñas cantidades pero frecuentemente, que hacerlo en exceso y muy pocas veces.
No hay que espera, por lo tanto que el árbol llegue a verse débil y amarillento para volver a abonar.
Hay dos tipos diferentes de abono para los bonsái, los abonos líquidos y los sólidos.
El abono líquido se disuelve en el agua de riego, o se aplica con el agua de vaporización por encima de las hojas.
Es rápido y limpio, no produce olores desagradables y es fácil de aplicar, precauciones en el uso del abono líquido "no sobrepasar las dosis indicadas".
El abono sólido se dispone encima de la tierra de la maceta, de manera uniforme, evitando ponerlo al lado del tronco de los árboles.
Es de larga duración, no quema las plantas, mejora mucho la tierra de los bonsái.
No abonaremos en invierno, ni durante los periodos de calor extremo del verano.
No hay que pretender arreglar los bonsái enfermos a base de abono.
Primero hay que ver cuál es la causa de la enfermedad y dar el adecuado tratamiento, ya abonaremos cuando la planta empiece a reponerse.
Por el mismo motivo no abonaremos tampoco los bonsái recién tranplantados o que han quedado secos por un descuido.
jueves, 2 de agosto de 2007
El tipo de agua para regar tus bonsái
LA mejor agua de riego es la de la lluvia o la de manantial, la que lleve pocas sales disueltas.
El agua de las ciudades, suele llevar cloro para desinfectarla, que es perjudicial para los árboles. El cloro se evapora si se deja reposar el agua en un recipiente abierto. En cambio las otras sales se quedan en el agua y no se eliminan. Esta agua se deja en reposo por 24 horas para que se evapore el cloro y las sales decanten y luego se puede utilizar el agua.
¿Que es la pulverización?
Es rociar las hojas de los bonsái con agua dispersada a presión en forma de una fina lluvia.
Los árboles que viven en el campo reciben a menudo el rocío de la mañana, lo que es una fuente de vitalidad importante para las plantas, que absorven este agua por las hojas.
Los bonsái que viven en las ciudades o en el interior de las casas no reciben casi nunca este rocío benefactor.
Los bonsái que viven en las casas, no reciben tampoco el agua de lluvia y las hojas se van llenando de polvo.
Es importante para limpiar las hojas del polvo y para vitalizar los árboles que viven en ambientes secos, rociar de vez en cuando las hojas.
Si lo que se quiere es solamente limpiar las hojas, con una vez a la semanna que pulvericemos las plantas, generalmente es suficiente.
Si lo que pretendemos es animar un bonsái fatigado, será preciso pulverizar las hojas cada día.
La mejor hora para la pulverización es a la caída del sol. Hay que evitar rociar los bonsái a pleno sol, a medio día, por los efectos dañinos que se pueden producir.
Hay que rociar las plantas con un pulverizador o con una manguera que permita lanzar el agua como una lluvia muy fina.
Hay que rociar de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, para que llegue el agua a todas las hojas del árbol.
El agua de las ciudades, suele llevar cloro para desinfectarla, que es perjudicial para los árboles. El cloro se evapora si se deja reposar el agua en un recipiente abierto. En cambio las otras sales se quedan en el agua y no se eliminan. Esta agua se deja en reposo por 24 horas para que se evapore el cloro y las sales decanten y luego se puede utilizar el agua.
¿Que es la pulverización?
Es rociar las hojas de los bonsái con agua dispersada a presión en forma de una fina lluvia.
Los árboles que viven en el campo reciben a menudo el rocío de la mañana, lo que es una fuente de vitalidad importante para las plantas, que absorven este agua por las hojas.
Los bonsái que viven en las ciudades o en el interior de las casas no reciben casi nunca este rocío benefactor.
Los bonsái que viven en las casas, no reciben tampoco el agua de lluvia y las hojas se van llenando de polvo.
Es importante para limpiar las hojas del polvo y para vitalizar los árboles que viven en ambientes secos, rociar de vez en cuando las hojas.
Si lo que se quiere es solamente limpiar las hojas, con una vez a la semanna que pulvericemos las plantas, generalmente es suficiente.
Si lo que pretendemos es animar un bonsái fatigado, será preciso pulverizar las hojas cada día.
La mejor hora para la pulverización es a la caída del sol. Hay que evitar rociar los bonsái a pleno sol, a medio día, por los efectos dañinos que se pueden producir.
Hay que rociar las plantas con un pulverizador o con una manguera que permita lanzar el agua como una lluvia muy fina.
Hay que rociar de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, para que llegue el agua a todas las hojas del árbol.
martes, 31 de julio de 2007
El riego en los bonsái
La simple razón por la que hay que regar los bonsái, es porque las plantas sin agua se mueren.
Las plantas que viven en el campo llegan con las raíces hasta el agua almacenada en la profundidad del suelo.
Las plantas que viven en una maceta no encuentran más agua que la que hay en la maceta, por esto, todas las plantas que viven en maceta y por supuesto los bonsái, precisan de un riego más o menos frecuente.
La única regla que hay para regar es la siguiente:
Hay que regar sólo cuando le hace falta agua al Bonsái.
Si regamos continuamente un bonsái, llega a ahogarse. Es como si nos hicieran beber sin sed. Cuando la superficie de la tierra de la maceta empieza a secarse, es cuando hay que volver a regar. Veremos que la tierra coge una tonalidad más pálida, pero el bonsái aún no presenta ningún signo de marchitarse. También, tocando con los dedos la superficie, la encontraremos seca.
Como la planta se seca más en verano que en invierno, más se está al sol que a la sombra, se seca más si le da el viento, etc. no podemos saber con exactitud cada cuando el bonsái necesitará agua, proque no sabemos de antemano, el ambiente en el que su dueño va a colocar el bonsái.
No se puede recomendar nuca "riéguelo cada día" o "riéguelo una vez a la semana", el consejo adecuado es:
"Aprenda a regar, sólo cada vez que el bonsái lo necesite" que es cuando la tierra de la maceta comienza ligeramente a secarse por encima.
La forma de riego
Cuando veamos que la planta necesita agua hay que regar a fondo, lo que quiere decir "regar hasta que toda la tierra esté completamente empapada".
Para conseguir esto, se precisa una regadera con una rosa de agujeros muy finos, para que el agua salga con suavidad.
Se riega por encima los bonsái una primera vez, para que la humedad abra los poros de la tierra.
Al cabo de unos minutos se vuelven a regar a fondo hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje.
La bandeja que acompaña a los bonsái interior sirve para que el agua sobrante no gotee encima de los muebles. Después del riego esta bandeja no ha de quedar llena de agua.
El nivel no debe llegar a tocar los agujeros de la maceta, un bonsái siempre mojado pudre sus raíces.
Hay bonsái en cambio que, porque llevan una tierra muy pastosa, no se pueden regar bien por este sistema, ya que el agua resbala por los lados de la maceta y no penetra en la tierra.
para que la tierra de estos bonsái se empape bien podemos ponerlos en la bandeja de plástico que acompaña a los bonsái de interior, y dejarlos unos 10 minutos aproximadamente.
tambiñen hay que regar de esta manera los bonsái que por descuido se han quedado secos y no se empapan bien.
Nunca hay que regar con un pulverizador de los que se utilizan para quitar el polvo y dar humedad a las plantas, NO SIRVEN PARA REGAR, sólo humedecen la superficie de la maceta y el agua no llega a las raíces.
Hay ue regar con una regadera apropiada o hacerlo por inmersión.
Las plantas que viven en el campo llegan con las raíces hasta el agua almacenada en la profundidad del suelo.
Las plantas que viven en una maceta no encuentran más agua que la que hay en la maceta, por esto, todas las plantas que viven en maceta y por supuesto los bonsái, precisan de un riego más o menos frecuente.
La única regla que hay para regar es la siguiente:
Hay que regar sólo cuando le hace falta agua al Bonsái.
Si regamos continuamente un bonsái, llega a ahogarse. Es como si nos hicieran beber sin sed. Cuando la superficie de la tierra de la maceta empieza a secarse, es cuando hay que volver a regar. Veremos que la tierra coge una tonalidad más pálida, pero el bonsái aún no presenta ningún signo de marchitarse. También, tocando con los dedos la superficie, la encontraremos seca.
Como la planta se seca más en verano que en invierno, más se está al sol que a la sombra, se seca más si le da el viento, etc. no podemos saber con exactitud cada cuando el bonsái necesitará agua, proque no sabemos de antemano, el ambiente en el que su dueño va a colocar el bonsái.
No se puede recomendar nuca "riéguelo cada día" o "riéguelo una vez a la semana", el consejo adecuado es:
"Aprenda a regar, sólo cada vez que el bonsái lo necesite" que es cuando la tierra de la maceta comienza ligeramente a secarse por encima.
La forma de riego
Cuando veamos que la planta necesita agua hay que regar a fondo, lo que quiere decir "regar hasta que toda la tierra esté completamente empapada".
Para conseguir esto, se precisa una regadera con una rosa de agujeros muy finos, para que el agua salga con suavidad.
Se riega por encima los bonsái una primera vez, para que la humedad abra los poros de la tierra.
Al cabo de unos minutos se vuelven a regar a fondo hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje.
La bandeja que acompaña a los bonsái interior sirve para que el agua sobrante no gotee encima de los muebles. Después del riego esta bandeja no ha de quedar llena de agua.
El nivel no debe llegar a tocar los agujeros de la maceta, un bonsái siempre mojado pudre sus raíces.
Hay bonsái en cambio que, porque llevan una tierra muy pastosa, no se pueden regar bien por este sistema, ya que el agua resbala por los lados de la maceta y no penetra en la tierra.
para que la tierra de estos bonsái se empape bien podemos ponerlos en la bandeja de plástico que acompaña a los bonsái de interior, y dejarlos unos 10 minutos aproximadamente.
tambiñen hay que regar de esta manera los bonsái que por descuido se han quedado secos y no se empapan bien.
Nunca hay que regar con un pulverizador de los que se utilizan para quitar el polvo y dar humedad a las plantas, NO SIRVEN PARA REGAR, sólo humedecen la superficie de la maceta y el agua no llega a las raíces.
Hay ue regar con una regadera apropiada o hacerlo por inmersión.
miércoles, 11 de julio de 2007
Clasificación por estilo
De acuerdo con su estilo los bonsái se clasifican en:
Chokkan: Es el clásico estilo vertical formal de tronco recto, con la usual silueta triangular.
Moyogui: Estilo vertical informal donde se reconoce la silueta triangular pero el tronco es sinuoso.
Shakan: Estilo de tronco inclinado no más allá de 45°, reconocible la silueta triangular.
Han Kengai: Semicascada, con un ápice del tronco ubicado bajo el borde de la maceta y por encima del fondo del mismo.
Kengai: Cascada, el ápice del tronco se encuentra claramente bajo el borde de la maceta. Es equivalente a un estilo vertical puesto cabeza abajo.
Fukinagashi: "Barrido por el viento". En este estilo se simula los árboles que han crecido en la cima de una montaña dominada por vientos fuertes que soplan siempre en la misma dirección. Toda la masa del árbol se encuentra inclinada hacia a un costado.
Neagari: Raíces expuestas, usando cualquiera de los estilos de tronco descritos pero donde las raíces del árbol se encuentran visibles, usualmente sobre una roca.
Bunjin: Busca simular la caligrafía oriental, es de origen chino y se caracteriza por tener un tronco muy esbelto y una copa casi nula (solamente en el ápice del mismo).
martes, 10 de julio de 2007
lunes, 9 de julio de 2007
Historia del bonsái
En japones (Bon : bandeja + sai : naturaleza)
Es el arte de cultivar árboles y arbustos, reduciendo su tamaño por técnicas como el transplante, la poda, el alambrado, el pinzado, entre otras. Modelandolos para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.
Este arte es originario de China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas.
Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra.
Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsái estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podian conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Así fue como los monjes disponían los árboles pequeños en vasijas a lo largo de las escaleras de los templos y hasta eran fuente de adoración.
En el sur de China el arte del bonsái consistía en transmitir todas las características de un árbol desarrollado en la naturaleza a un árbol pequeño cultivado en maceta. Se buscaba reporducir estos árboles según los existentes en la altas montañas por lo cual utilizaban sólo especies que existían en los montes y que ya poseían formas especiales en su intensa lucha contra las actividades climáticas.
Un bonsái no es una palabra genéticamente empequeñecida. Se mantiene pequeño dándole forma podando el tronco, las hojas y las raíces cada cierto tiempo, dependiendo de la especie.
Si se cultiva adecuadamente, sobrevivirá el mismo tiempo que un árbol normal de la misma especie, pero si lo hacemos de forma incorrecta, probablemente morirá.
Se necesita darle tiempo y dedicación para que un bonsái sobreviva y cresca fuerte.
Es el arte de cultivar árboles y arbustos, reduciendo su tamaño por técnicas como el transplante, la poda, el alambrado, el pinzado, entre otras. Modelandolos para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.
Este arte es originario de China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas.
Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra.
Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsái estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podian conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Así fue como los monjes disponían los árboles pequeños en vasijas a lo largo de las escaleras de los templos y hasta eran fuente de adoración.
En el sur de China el arte del bonsái consistía en transmitir todas las características de un árbol desarrollado en la naturaleza a un árbol pequeño cultivado en maceta. Se buscaba reporducir estos árboles según los existentes en la altas montañas por lo cual utilizaban sólo especies que existían en los montes y que ya poseían formas especiales en su intensa lucha contra las actividades climáticas.
Un bonsái no es una palabra genéticamente empequeñecida. Se mantiene pequeño dándole forma podando el tronco, las hojas y las raíces cada cierto tiempo, dependiendo de la especie.
Si se cultiva adecuadamente, sobrevivirá el mismo tiempo que un árbol normal de la misma especie, pero si lo hacemos de forma incorrecta, probablemente morirá.
Se necesita darle tiempo y dedicación para que un bonsái sobreviva y cresca fuerte.
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