martes, 14 de agosto de 2007

El abono en los bonsái

La plantas se alimentan de las sales nutritivas que extraen del suelo. Los bonsái, como viven en macetas pequeñas, pueden llegar a consumir todos los nutrientes que hay en la tierra.
hay que ir reponiendo mediante el abonado los elementos que consume la planta.
Hay que abonar sobre todo en los momentos de fuerte crecimiento de la planta, primavera y final de verano.
Para evitar crecimientos desmesurados, a diferencia de otros cultivos, se suele abonar los bonsái en otoño (final de verano) que en la primavera.
Es mucho mejor abonar en pequeñas cantidades pero frecuentemente, que hacerlo en exceso y muy pocas veces.
No hay que espera, por lo tanto que el árbol llegue a verse débil y amarillento para volver a abonar.

Hay dos tipos diferentes de abono para los bonsái, los abonos líquidos y los sólidos.
El abono líquido se disuelve en el agua de riego, o se aplica con el agua de vaporización por encima de las hojas.
Es rápido y limpio, no produce olores desagradables y es fácil de aplicar, precauciones en el uso del abono líquido "no sobrepasar las dosis indicadas".
El abono sólido se dispone encima de la tierra de la maceta, de manera uniforme, evitando ponerlo al lado del tronco de los árboles.
Es de larga duración, no quema las plantas, mejora mucho la tierra de los bonsái.

No abonaremos en invierno, ni durante los periodos de calor extremo del verano.
No hay que pretender arreglar los bonsái enfermos a base de abono.
Primero hay que ver cuál es la causa de la enfermedad y dar el adecuado tratamiento, ya abonaremos cuando la planta empiece a reponerse.
Por el mismo motivo no abonaremos tampoco los bonsái recién tranplantados o que han quedado secos por un descuido.

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