domingo, 26 de agosto de 2007

Arce japonés o palmado

Iluminación

Las plantas con clorofila requieren de una adecuada iluminación para evolucionar.
Esto proveniente del sol, produce en la planta una adecuada alimentación debido a que los días no tienen la misma duración, se hacen más cortos desde el 21 de diciembre hasta el 21 de junio y más largos desde esta fecha al 21 de diciembre.
De manera que la planta asociado a la temperatura nocturna regula su metabolismo y sepa cuando entrar en receso, (botar las hojas), florecer, brotación primaveral y reproducción.
A parte que el largo del día es distinto a través del año, también lo es en la calidad de esta luz, en verano es más intensa y en invierno es menor.
También dentro de una respuesta de la planta ya que detecta estas diferencias de longitud de onda. Por ejemplo, las ondas cercanas al azul provocan el crecimiento de la planta, también el rojo pero en menor proporción.
La luz actúa sobre los brotes y en especial es un componente más de la luz solar que son los rayos U.V.. Esto provoca una menor elongación de estos brotes, que es lo que se ve en los brotes que crecen en la montaña. A su vez de luz hace que estos brotes elonguen desproporcionadamente, gastando energía almacenada; o sea la luz del sol hace que el crecimiento sea más compacto y la falta de ésta hace que se etiole (acoliguamiento).
También el sol en otoño sumado al frío nocturno proporciona los hermosos colores otoñales.
Además, la iluminación al interior del árbol ayuda a prevenir enfermedades, ataque de hongos y ataque de insectos ya que la luz del sol molesta a los insectos.
El correcto pinsado, desbrote y despunte hace que el sol penetre al interior del árbol y estimula las yemas más cercanas al tronco permitiendo que estas no se mueran para hacer una mayor densificación de ramillas que logran un árbol más compacto y de menor tamaño.
Hay que tener presente que la inducción floral también ocurre con una adecuada iluminación ya que el florígeno que es la hormona de la floración está íntimamente relacionado con el fotoperíodo (largo del día).
Esto trae como consecuencia que una planta mal iluminada no florezca o no cuajen bien sus frutos.

martes, 21 de agosto de 2007

Labores del mes de agosto

Época de floración de los ciruelos.
Las ramillas se deben podar inmediatamente después que cesa la floración a fines del mes de agosto.
La poda se hace en las priemras ramillas notorias o hinchadas que florecieron, al igual que en el mes de juni y julio: podas, transplante y riego.

Comenzar a observar el riego.

domingo, 19 de agosto de 2007

Las micorrizas

La micorriza es una asociación simbiótica entre un hongo (Trichoderma) con la raíz de una planta.
En Japón desde hace mucho tiempo se ha usado la micorriza en bonsái.
La gran ventaja es que este hongo al infectar las raíz de la planta provoca un mejor enraizamiento ya que los hijos del hongo ramifican en el suelo, provocando una mejor absorción de los nutrientes. Ya que los hongos actuán en forma enzimática degradando mucho más rapído el sustrato, en cambio la raíz lo hace en forma química mediante el intercambio iónico entre el suelo y la raíz.
También este mejor enraizamiento ayuda a una mayor absorción del agua defendiendo la planta de la deshidratación.
Pero la gran ventaja sobre todo para nuestros bonsái es que cuando se hace el trasplante y se podan las raices, al colocarlo bajo el árbol promueve un rápido enraizamiento disminuyendo el estrés post trasplante.
Sin embargo, la mayor ventaja que debería tenerse en cuenta es que cuando un hongo coloniza un medio excluye la acción de otro. Por lo tanto esta micorriza evita que otros hongos ataquen las raíces provocando podredumbre. De esta manera este hongo queda lugar a la micorriza defiende a la raíz del ataque de Phytophtora, Pythium, Rhizoctonia, Fusarium, Sclerotinia y Verticillium.
Esta simbiosis hace que los 2 individuos salgan favorecidos. La planta aumenta la absorción nutrientes, es protegida por el hongo del ataque de los otros hongos patógenos, de esta forma es una planta más vigorosa. Y a su vez el hongo sale beneficiado en que recibe azúcares y carbohidratos provenientes de la fotosíntesis de la planta.
También con esta asociación micorrítica se favorece la asimilación del fósforo.

sábado, 18 de agosto de 2007

El trasplante en los bonsái

Las raíces de todos los árboles crecen para encontrar el agua y los nutrientes que le son tan necesarios para la vida.
Asi pues, cuando un árbol crece en una maceta, las raíces van creciendo hasta ocupar la totalidad del espacio limitado.
Al mismo tiempo la tierra se va desgastando y pierde la facultad de proporcionar los nutrientes que el árbol necesita.
Al regar, notaremos que el agua penetra cada vez con más dificultad en la tierra envejecida.
Si levantamos el árbol de la maceta, veremos que las raíces forman un ovillo espeso y enredado.
Este será el momento de transplantar.

El tiempo favorable para transplantar suele ser al final del letargo invernal, justo antes de que el árbol inicie su periodo de crecimiento.

Tener bien preparada la maceta, herramienta y tierra que vamos a utilizar.
Levantar el árbol de la maceta, quitar la tierra, vieja desenredando las raíces ayudados por un kumade (rastrillo pequeño) e incluso el chorro de agua de la llave o manguera.
Disminuir un tercio de las raíces.
Volver a plantar el árbol con tierra nueva que haremos entrar entre las raíces con la ayuda de un bastoncito, intentando que no queden bolsas de aire.
Regar bien, hasta que el agua salga limpia por los agujeros del fondo de la maceta.

Los bonsái viven bien en tierras granuladas como la Akadama (tierra japonesa de color amarillo, especial para bonsái) mezcladas con un drenaje como tierra volcánica o arena de rio.
Suele ser a partes iaguales de drenaje y Akadama.

La frecuencia varía según la especie. En general los bonsái jóvenes crecen más que los bonsái maduros y necesitan un trasplante más frecuente.
Puede variar mucho la frecuencia de trasplante desde los frutales que se trasplantan por norma general anualmente a las coniferas que pueden trasplantarse cada 4 a 6 años aproximadamente.
Estas cifras son orientativas, hay que observar individualmente a cada árbol, para saber cuándo precisa el trasplante.

Un trasplante en la época adecuada, no supone una gran dificultad para el árbol, pero hasta que las raíces empiecen a trabajar de nuevo, lo protegeremos del viento y del sol hasta que empiece a brotar, pulverizando las hojas con frecuencia.

viernes, 17 de agosto de 2007

El alambrado

Utilizamos el alambrado para corregir la inclinación de las ramas.
El alambrado nos permite utilizar ramas que de otro modo tendríamos que podar.
En cierto modo el alambre sustituye la fuerza del peso de las ramas, en los árboles grandes de la naturaleza.
Enrollaremos el alambre en las ramas y tronco, sin apretarlo demasiado, para que no se marque el alambre en la corteza del árbol.
Idealmente a de quedar un espacio entre el alambre y la rama por donde pase una hoja de papel.
Como las ramas se engruesan, debido a su crecimiento, quitaremos el alambre antes de que se clave en la corteza.
El alambre que se utiliza actualmente, es el alambre de aluminio anodizado, de color cobre viejo.
Es un alambre extraordinariamente flexible y resistente.
El grueso del alambre depende de la fuerza que a de efectuar para doblar las ramas, en general los gruesos van de los 5 mm hasta los 0.5 mm.
La regla de oro del alambrado, consiste en no dejar señal alguna de su paso en la corteza.

jueves, 16 de agosto de 2007

El pinzado

Llamamos pinzado al recorte de las ramas finas de los bonsái.
A diferencia de la poda, el pinzado se efectúa también durante la época de crecimiento de los árboles.
Con el pinzado conseguiremos aumentar la densidad del follaje de los bonsái, y disminuir el tamaño de sus hojas.
Como los árboles tienen diferentes modos de crecimiento, no pinzaremos todos los árboles por igual.
Brotes largos de más de 5 pares de hojas, se corta y se le dejan 2 pares de hojas en los brotes.

Cómo pinzar los árboles de hoja perenne ancha: árboles que no pierden las hojas en otoño como Ficus, Olivo, Sageretia, Carmona, Naranjo, Boj, etc.
Se quita o corta el centro del brote antes de que habra.

Cómo pinzar los árboles de hoja caduca de un solo crecimiento anual: árboles que pierden las hojas en otoño, y que hacen una sola brotación fuerte en la primavera, como Acer palmatum, Hayas, etc.
Brotes demasiado largos con mayor a 5 hojas, se cortan y se dejan los brotes con 3 hojas.

Cómo pinzar los árboles de hoja caduca con crecimiento activo durante todo el periodo vegetativo: árboles que pierden las hojas en otoño, pero que no paran de crecer desde la primavera hasta finales de verano, como Olmos, Higueras, Granados, Manzanos, Pyracantha, etc.
Se pinzan todo los brotes largos que sobresalgan de los otros brotes y dejar todos los brotes al mismo largo.

Cómo pinzar las coníferas de hojas escamosas como las Sabinas o Enebro.
Se pinzan los brotes que tengan 5 o más velas con la mano y dejar 3 velas en los brotes.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Como darle forma a los bonsái

Hay tres técincas principales para mejorar la forma de los bonsái:
- La poda
- Los pinzados
- El alambrado

La poda
Podar es dirigir la formación de un árbol.
Con la poda eliminaremos las ramas defectuosas (las que se cruzan) o innecesarias (las que salen en una zona no desedada del tronco).
La mejor época para podar es generalmente hacia final de invierno, cuando los árboles están en reposo, y no sale tanta savia por las heridas de la poda.
Para podar utilizaremos herramientas adecuadas de corte cóncavo, que efectúan cortes limpios y de fácil cicatrización.

martes, 14 de agosto de 2007

El abono en los bonsái

La plantas se alimentan de las sales nutritivas que extraen del suelo. Los bonsái, como viven en macetas pequeñas, pueden llegar a consumir todos los nutrientes que hay en la tierra.
hay que ir reponiendo mediante el abonado los elementos que consume la planta.
Hay que abonar sobre todo en los momentos de fuerte crecimiento de la planta, primavera y final de verano.
Para evitar crecimientos desmesurados, a diferencia de otros cultivos, se suele abonar los bonsái en otoño (final de verano) que en la primavera.
Es mucho mejor abonar en pequeñas cantidades pero frecuentemente, que hacerlo en exceso y muy pocas veces.
No hay que espera, por lo tanto que el árbol llegue a verse débil y amarillento para volver a abonar.

Hay dos tipos diferentes de abono para los bonsái, los abonos líquidos y los sólidos.
El abono líquido se disuelve en el agua de riego, o se aplica con el agua de vaporización por encima de las hojas.
Es rápido y limpio, no produce olores desagradables y es fácil de aplicar, precauciones en el uso del abono líquido "no sobrepasar las dosis indicadas".
El abono sólido se dispone encima de la tierra de la maceta, de manera uniforme, evitando ponerlo al lado del tronco de los árboles.
Es de larga duración, no quema las plantas, mejora mucho la tierra de los bonsái.

No abonaremos en invierno, ni durante los periodos de calor extremo del verano.
No hay que pretender arreglar los bonsái enfermos a base de abono.
Primero hay que ver cuál es la causa de la enfermedad y dar el adecuado tratamiento, ya abonaremos cuando la planta empiece a reponerse.
Por el mismo motivo no abonaremos tampoco los bonsái recién tranplantados o que han quedado secos por un descuido.

jueves, 2 de agosto de 2007

El tipo de agua para regar tus bonsái

LA mejor agua de riego es la de la lluvia o la de manantial, la que lleve pocas sales disueltas.
El agua de las ciudades, suele llevar cloro para desinfectarla, que es perjudicial para los árboles. El cloro se evapora si se deja reposar el agua en un recipiente abierto. En cambio las otras sales se quedan en el agua y no se eliminan. Esta agua se deja en reposo por 24 horas para que se evapore el cloro y las sales decanten y luego se puede utilizar el agua.

¿Que es la pulverización?
Es rociar las hojas de los bonsái con agua dispersada a presión en forma de una fina lluvia.

Los árboles que viven en el campo reciben a menudo el rocío de la mañana, lo que es una fuente de vitalidad importante para las plantas, que absorven este agua por las hojas.
Los bonsái que viven en las ciudades o en el interior de las casas no reciben casi nunca este rocío benefactor.
Los bonsái que viven en las casas, no reciben tampoco el agua de lluvia y las hojas se van llenando de polvo.
Es importante para limpiar las hojas del polvo y para vitalizar los árboles que viven en ambientes secos, rociar de vez en cuando las hojas.
Si lo que se quiere es solamente limpiar las hojas, con una vez a la semanna que pulvericemos las plantas, generalmente es suficiente.
Si lo que pretendemos es animar un bonsái fatigado, será preciso pulverizar las hojas cada día.
La mejor hora para la pulverización es a la caída del sol. Hay que evitar rociar los bonsái a pleno sol, a medio día, por los efectos dañinos que se pueden producir.
Hay que rociar las plantas con un pulverizador o con una manguera que permita lanzar el agua como una lluvia muy fina.
Hay que rociar de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, para que llegue el agua a todas las hojas del árbol.