viernes, 12 de septiembre de 2008

Higuera, parte 2

Abonado:

Desde la brotación hasta final de verano (septiembre en el Hemisferio Norte) hay que regar cada 15 días con abono líquido para bonsái.

No abonar un árbol trasplantado, hay que esperar a que brote.


Poda:

Dejaremos crecer las ramas durante todo el periodo vegetativo y acortaremos los brotes del año hasta 2 ó 3 hojas durante el final del verano, cuando la rama haya alcanzado las 6-8 hojas. Así conseguiremos que las ramas y hojas maduren los suficiente y produzcan nuevas yemas e incluso higos.

No obstante, si la distancia entre las hojas fuera muy grande, deberíamos pinzar antes (cortar las puntas), sin esperar al final del verano para no aumentar demasiado la distancia entre las yemas y, por tanto, entre la nueva ramificación.

Como las hojas son alternas, tendremos en cuenta la dirección que tenga la yema que nace de la primera hoja de la rama tras la poda, de tal forma que siempre podaremos por encima de una hoja que tenga una yema hacia el exterior de la copa.

Cuando la herida se haya curado y secado parte del trozo que habíamos dejado tras la poda, en un par de meses o tres, eliminar el muñón con una tenaza cóncava a ras del tronco y volver a sellar con pasta. Aún así, es posible que la herida nunca termine de cubrirse totalmente con nueva corteza.

Para que sus hojas tengan un tamaño más reducido, se deberán pinzar en verano, simulando un falso otoño.

En muchas ocasiones, para conseguir unas hojas más pequeñas, basta con eliminar las hojas de mayor tamaño, en verano. Eliminar las yemas terminales, la de la punta, para forzar la brotación de yemas laterales y aumentar la ramificación de la rama.


Alambrado:

La colocación de ramas mediante el alambrado puede realizarse entre el final del invierno y el principio de la primavera, justo antes de que hayan brotado las hojas y con cuidado de no dañar la corteza.

Es recomendable no regar el día anterior al alambrado.

No obstante, debido a la delicadeza de su corteza y a la fragilidad de sus ramas, es preferible utilizar como técnica de modelado la poda.


Trasplante:

Las plantas jóvenes se trasplantan cada 2 años, las de mayor edad cada 3-4 años, a ser posible en primavera, antes de la nueva brotación.

Durante el trasplante conviene sanear bien cualquier parte de raíces podridas y podar la ramas no deseadas para reducir su copa.

Entre la poda de ramas y el trasplante (o viceversa) debería existir un intervalo mínimo de tiempo para no acumular demasiadas operaciones agresivas a la vez, por ejemplo, 3 semanas.

Es conveniente proteger el árbol después del trasplante durante un par de meses, situándolo en un lugar muy bien iluminado pero evitando la exposición directa al sol.


Plagas:

Cochinilla, Araña roja, Mosca blanca.


Enfermedades:

Manchas en las hojas, especialmente antracnosis y alternaria.

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