domingo, 9 de marzo de 2008

Labores de Marzo

El verano pone su punto final en marzo.
Si en febrero nos hemos marchado de vacaciones la primera tarea a realizar en marzo será la revisión de nuestros árboles.
Seguro que ellos nos habrán echado de menos y podemos observar señales inequívocas de nuestra marcha; brotes más largos de lo normal, igual alguna plaga incipiente, etc.
Hay que volver a la disciplina del cuidado de nuestros bonsái.
En este momento del año, los bonsáis tienden a frenar su crecimiento en longuitud, utilizando los nutrientes sintetizados para lignificar tejidos y almacenar reservas para la brotación de la primavera siguiente. Por lo tanto, deberemos abonar sin estimular el crecimiento en longuitud de brotes tardios.
A medida que vayamos entrando en otoño, el tiempo entre riegos se irá espaciando.
Abonaremos con abono rico en fósforo y potasio, pero bajo en nitrógeno.
proporcionaremos también un abono que contenga micronutrientes: azufre, hierro, magnesio, cacio y manganeso.
De este modo, evitaremos que en la siguiente primavera se observen brotaciones carenciales.
Hacia mediados de mes, deberemos ir retirando el sombreado de aquellos bonsáis que hayamos protegido durante el verano de los rayos del sol.
Vigilar el alambrado, ya que éste es un período de lignificación de tejidos y, por lo tanto, de engruese de tronco y ramas y el alambre se clave.
Como viene siendo habitual en los perídos más cálidos, hay que estar atentos a la aparición de plagas.
En esta época, las más comunes son las mismas que en la primavera: pulgón, cochinilla, orugas, etc.

No es el mejor momento para:
- Abonar con un abono muy rico en nitrógeno.
- Podar fuertemente y pinzar de un modo exhaustivo.
- Estas acciones podrían provocar brotaciones tardías en un momento en el que el bonsái no debe gastar, si no guardar reservas para el invierno.

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